domingo, 8 de septiembre de 2013

Adiós olimpiadas, adiós.




A mí las olimpiadas me dan risa, no las veo por la televisión, no iría a donde se celebraran unas ni muerto, y me parecen una pijada, una tomadura de pelo y una manera de hacer más de lo mismo; trincar para unos cuantos.
Cuestan un pastón, que en nuestro caso no hay que olvidarse del detalle de que sencillamente no lo tenemos, hubiera habido que pedirlo prestado. ¿Esto lo ha dicho alguien? Pues os lo recuerdo, por si acaso a alguien se le había olvidado. Dicen las malas lenguas que a la inefable señora Merkel, muy protestante ella, no le hubiera hecho ni pizca de gracia que se las hubieran adjudicado a Madrid. Claro, es que se veía prestándonos los dineros, y con lo que ya le debemos, pues como que parece que la perspectiva no le hacía la menor gracia, que anda de elecciones.
¿se hubiera ganado dinero con las olimpiadas? Yo lo dudo en lo que respecta al pueblo salvo en casos muy puntuales. Los de siempre sí, eso no lo dudo tanto. Constructoras, recalificación de terrenos, políticos inaugurando, y los inevitables sobres cambiando de manos, eso sí que me lo creo más. Esa generación política que ha estado estos días en Buenos Aires, iba a por su olimpiada, pero no a por la de los demás, a por la nuestra. Y que conste que hago una excepción en el heredero de la Corona, que me parece un señor, aunque yo no me considere monárquico, y por esos deportistas, que fueron a buscar aquello en lo que se dejan el pellejo cada día. Pero en lo relativo a prácticamente todos los demás, no hago excepciones. El palo se lo han llevado ellos, los que iban a hacer negocio sin que lo hiciéramos los otros. A fin de cuentas, los deportistas competirán en Tokio o en cualquier otra parte, y quien tiene la misión de representarnos lo seguirá haciendo, que bastante tiene con lo que va a heredar, nos guste más o menos que lo herede -a mí a fin de cuentas no me parece mal, otro día os hablaré de este asunto-. En el resto de los casos, me alegro, tendrán que buscar otra manera de aprovecharse de la coyuntura, aunque seguro que la encuentran.

Pero hagamos algo de historia Hacia el último cuarto del siglo XIX, el barón Pierre de Coubertin, francés, y según las malas lenguas, masón él, decidió poner en práctica sus teorías pedagógicas; el perfeccionamiento humano a través de la higiene y el deporte -esta fue una moda en el pensamiento de la época, rescatada de la Ilustración-. Con un sentido universalista y filantrópico, que eso sí que cuadra en una persona de filiación masónica, planteó un sistema de competición en el cual los mejores atletas de cada país, compitieran periódicamente en un lugar por determinar, con una ceremonia y protocolo que exaltara los valores universales de paz y filantropía. Esto, y dado que este señor era francés, no gustó mucho al imperio británico, pero las reticencias no duraron demasiado; las dos contiendas mundiales que se produjeron a medio plazo, impondrían la necesidad de buscar escenarios que fraguaran una situación de concordia y entendimiento entre los pueblos, y sobre todo desde la segunda mitad del sigo, las olimpiadas encontraron un lugar en el contexto mundial que les fue favorable. Hasta ahí, bien.

Pero esto llevaba adosadas otras cosas. El COI -Comité Olímpico Internacional-, había sido fundado en 1894 en Suiza... -curiosamente-, y tenía la función de organizar y legislar de forma interna todo lo relativo a los juegos. ¿Quiénes eran estos señores? Pues muy sencillo, en un principio, básicamente filántropos adinerados en teoría carentes de intereses económicos en lo relativo a aquello que tenían la misión de dirigir. ¿quiénes son hoy? Filántropos también, -creo-, pero no hay que olvidar que en el mundo de la filantropía -que significa literalmente "amor o amistad por el hombre o el ser humano"-, hay integrantes que sienten una gran amistad por un ser humano concreto; el que ellos encarnan, o sea, se quieren mucho y básicamente a sí mismos. En en moderno COI, podemos ver a deportistas retirados en muchos casos a sueldo de las grandes marcas de equipación deportiva, integrantes de monarquías menores de origen medieval relacionados con intereses financieros y especulativos de todo tipo, miembros de grupos de poder de todos los colores, y todo tipo de personajes relacionados colateralmente con intereses variopintos, -ya estamos todos-. Esta gente nos dice que no de forma tan testaruda e insistente como aquella en la que nosotros pretendemos que nos diga que sí. ¿Por qué?

Puede haber muchos motivos. Vamos a olvidarnos de que enviamos un cuerpo político en el que prácticamente ninguno de sus miembros habla el inglés más que de forma macarrónica con el ridículo que eso conlleva. Lo de "a relaxing cup of café con leche in the place with the madrileños"-fin de la cita-, pasará a la Historia con ignominia, me chirrían las pelotas de oír a la señora esta, tanto como el "I don´t understand the ask". No, no creo que sea ese el único motivo. Que un presidente del gobierno vaya a contarle al COI las reformas económicas que hemos hecho, no se queda atrás en lo patético, sobre todo cuando lo que han hecho ha sido empeorar la situación, pero lo veo más cercano a las razones del fracaso. Vamos a ver; somos una nación con unos problemas económicos de película de terror, que con mucho que nos pretendan vender la moto, no hemos solucionado y no vamos a solucionar a corto plazo, ni con quien nos gobierna, ni seguramente con quien pretende hacerlo en un futuro. Tenemos unas instituciones bajo sospecha de corrupción endémica, y una situación social que puede llegar a un estallido en cualquier momento. Ese, creo yo, es el problema. No se fían de nosotros, porque nuestra economía, nuestra sociedad y nuestras instituciones, atraviesan una profunda crisis, y eso, por ahí fuera, lo sabe cualquier lobby por poco al tanto que esté de lo que pasa en España. Para quien se plantea venir de fuera a montar un chiringuito temporal con la intención de sacar tajada, está más que claro que aquí dentro ya tenemos a muchos que tienen el objetivo de hacer lo propio, y a nadie le interesa la competencia. A esto le podemos sumar la inseguridad jurídica correspondiente y muchas cosas más que no se me ocurren ahora, y ya lo tenemos hecho. España no interesa para esta gente. Esta es mi pobre interpretación y en un principio no tengo otra.


Y como consecuencia de la anterior, creo que la gente está harta de que la distraigan, de que intenten vender movidas que lo que van a provocar es incomodidad y estrecheces para nada, y para que los de siempre hagan lo que hacen siempre. Si esto hubiera sido una cuestión sólo de la gente y no de los políticos, muy probablemente la sensación del pueblo hubiera sido otra, y quizá hasta el resultado. Pero así, hemos visto a los de siempre en lo de siempre. Claro, que si tienes pensado -por ejemplo-, hacer una villa olímpica con dinero de todos y luego venderla y que la gran tajada sea para ti, esto tiene que ser un disgusto. Ya no tragamos.

Y me diréis que no tengo corazón porque me olvido de Madrid. Pues no, no me olvido, aunque mi corazón sea negro como el infierno. Madrid se lo merece todo, porque a pesar del sufrimiento que ha soportado durante siglos -como toda España-, ha demostrado ser una ciudad alegre, con buenas gentes y con una apertura envidiable, a pesar del mal gobierno al que se ha enfrentado secularmente. Se hablaba de cambiar la fisonomía de Madrid con la Olimpiada, ¿no? Pues que lo hagan sin ella, que de hecho ya lo están haciendo al vender lo que es de todos a los amiguetes, todo es más que relativo.

En fin, que yo creo que no se ha perdido tanto. Hubiera habido puestos de trabajo que son más que necesarios, pero eso hubiera sido más de lo mismo, pan para hoy y hambre para mañana, y eso es lo que realmente hay que cambiar. Seguro que en Tokio no les preocupa tanto ese tema -también es cierto que allí hay poco paro... -¿Tendrán por casualidad otro modelo económico en ese país?-. Claro, de eso no se habla, no interesa. Volviendo a Tokio, hay quien critica que empezaron hablando en su presentación de Fukushima, que es una cuestión poco agradable. ¿sabéis por qué hicieron eso? Porque pueden, porque son gente seria, y a los que ponen a mandar, son más serios todavía, los que están en el poder, cuando mienten y se les coge en un renuncio o la cagan estrepitosamente, dimiten por el método de rajarse la barriga en muchos casos. Prometo no hacer comparaciones.  

En fin, y me voy a referir a los españoles parafraseando "el Padrino" del insuperable Coppola cuando en la tercera parte Michael hablaba de los sicilianos: "Esta gente lleva toda la vida esperando que les suceda algo bueno" Pues eso digo yo, seguiremos esperando y que tengamos suerte, que falta nos hace. Mientras tanto, creo que hay que agradecerle a los miembros del COI que no nos hayan bendecido. Nos van a ahorrar el machaque triunfalista que íbamos a tener que tragarnos durante años por parte de estos mangantes que fueron a hacerse autobombo a Buenos Aires. Parafrasearé en esta ocasión a otra ínclita, esta menos de mi gusto que Coppola: ¡Que se jodan!

Un saludo para todos. 

   

viernes, 6 de septiembre de 2013

Bárcenas on my mind



A mi este tío no me cae del todo mal, vaya por delante, porque ha trincado un dinero que yo nunca veré junto, lo cual me provoca envidia, y porque ha dejado en evidencia lo traidores que son sus compañeros de partido, que lo son y mucho. En último lugar y si hay suerte, se los va a llevar por delante, lo cual es de agradecer. También existe la posibilidad de que a finales de año se archive la causa, y todo el Estado de Derecho se enfrente a lo peor que le puede pasar; que se pueda poner muy en cuestión su naturaleza, aunque dudo que esto llegue a ocurrir. Lo que está más que claro es que gracias a este paisano, nuestra sociedad se está enfrentando públicamente a una realidad a la que no podemos dar la espalda; la corrupción. Está en las entrañas de esta sociedad, ha estado siempre, y desde 1975 es una razón política, le pese a quien le pese y me digan a mí lo que me digan. Lo de antes de esa fecha, lo desconozco y tampoco me interesa.
Aquí han trincado lo que no no les pertenecía Roldanes, Gal -también tuvo su parte de trincar-, se habló de Naseiros, Filesas, muchos más de los que no me acuerdo, y más modernamente y según indicios, probablemente ERES, Bárcenas, Urdangas, etc -digo probablemente en estos casos, porque aún los están juzgando, pero tengo la impresión o el pálpito de que ha sido "realmente"- ¿Y sabéis quién más ha trincado? Muchos, muchos miles, decenas de miles, a los que no conocemos y a los que no han pillado y nunca pillarán. No es raro llegar a un pueblo, ver un casoplón impresionante y que alguien te diga: "esa es de Manolito, estuvo ocho años de concejal y se la hizo". Casi todos los carguillos políticos que conozco, salvo raras excepciones, han obtenido cosas que los demás, que no estamos en política, no obtenemos. Todos conocemos casos que ponen los pelos de punta, y no hace falta que salgan en televisión, porque a poco bien que lo hagan, no los pillan, -o al menos, hace unos años, no los pillaban-. No hablo de una casita, hablo de mucho patrimonio, mirad a vuestro alrededor, no hace falta buscar demasiado.

Hace poco escuché en una radio alternativa un dato que me dejó helado. Según un estudio sobre la corrupción, durante la época democrática, se estima que se han pagado en España, unos 400.000 millones de euros en comisiones. Sacad conclusiones vosotros. Este es un país de comisionistas y de idiotas, que somos todos los que no vivimos de la comisión -ilícita, por supuesto-, no confundamos esto con la actividad comercial honesta que basa sus ingresos en obtener una comisión por un servicio. Hablo de las comisiones que han cobrado miles de políticos, ya sea en especie o en dinero.

Pero volviendo al amigo Bárcenas. ¿Hay alguien tan infeliz como para pensar que este hombre actuaba solo? Bueno sí, los de su partido se lo tienen que creer sí o sí, pero eso entra dentro del mundo de la fe. A ver si yo me entero y me explico, ahí va mi hipótesis sobre los hechos: Imaginemos que en una Diputación de una lejana provincia, quieren hacer un estadio olímpico. Yo soy un próspero constructor de la zona que quiero quedarme con la obra. Justo y decente.
Peeero.... como no sé si me la van a dar, porque además se da la casualidad de que no soy de por allí y no conozco a nadie en esa diputación, busco una alternativa, es decir, me voy a la sede nacional del mismo partido que gobierna en esa lejana institución. Allí, tengo un "conocimiento" que tiene mucha mano y se llama ya sabéis como, aunque es conocido como "Luis el cabrón". Me voy a verle y directamente le indico mi intención de quedarme con la obra, reforzando mi argumento con un maletín que tiene... un millón de euros, por ejemplo, y mi amigo, impresionado por la firmeza de mi ánimo, hasta me invita a comer por cuenta del partido. Al cabo de un mes, la plica ganadora entre los presupuestos presentados para la adjudicación de la obra, es la mía. Hasta aquí llega lo que dicen los periódicos.

Y yo me pregunto lo siguiente. ¿Este hombre con llamar a cualquier parte, tenía poder para adjudicar y conseguir lo que quería para quien deseaba? Personalmente lo dudo. Para mover la voluntad de un órgano de gobierno de cualquier tipo, tal y como nos han dicho que este paisano hacía, debía hacerle falta utilizar un poder muy superior al suyo, y desde luego, dinero, o en su caso, influencias de las que él probablemente no disponía de manera personal. Yo creo que nunca actuó solo, tuvo que hacerlo con la connivencia y la ayuda de otros más importantes. Eso es lo que los ciudadanos de este país queremos que cuente por el bien de todos, y de eso se trata, de nada más. Ójala cada partido tuviera un Bárcenas al que la justicia en la que aún queremos confiar, pudiera presionar hasta que lo contara todo, y realmente nos viéramos en la obligación de cambiar el sistema para que estas cosas no volvieran a pasar.
Bueno, y hay algo más. ¿sus millones en Suiza y demás? Me remitiré al divino Martin Scorsese en su película "Casino": "Es inevitable que el tipo al que mandas a robar, se quede con una parte del botín para su uso personal"-Fin de la cita-. Pues claro, dinero negro y abundante, hombre, algo se queda entre las uñas, y con el nivel del personaje, ir unas cuantas veces al año a Suiza a llevarlo para que te lo guarden, es cosa sencilla y grata, y si te gusta el esquí y has visto Heidi de chico, ya ni te cuento. ¿Alguien piensa que ese dinero es enteramente suyo? Yo no, creo que eso es de él y de más gente. ¿alguien piensa que ese es todo el dinero? Yo tampoco, creo que esos 50 millones son sólo una parte, y que lo suyo, suyo, está en otro sitio más lejano y más opaco. Creo además que como la cosa se ponga fea, este paisano va a contar muchas cosas, porque lo tiene todo hilado y preparado, y que con un poco de suerte, alguno cae con él. De lo contrario, creo que mal nos va a ir, al menos moralmente.

Y no hay más, y hay jardines en los que no me meteré, así que os dejo con algo por lo que es conocido Luis, su celebérrima "peineta", aunque como soy chaval educado, os la pondré en su versión folklórica y más agradable. La verdad es que si a mí me molestaran en el aeropuerto yéndome de fin de semana, haría más que una peineta. Bueno, saludos a todos.