jueves, 10 de diciembre de 2009

Inma Shara o como morir de la pena







Hola majos y majas. Voy a escribir un artículo sobre el que las feministas y los que no tienen en general ni putísima idea de música me atacarán, pero como los comentarios los modero yo, a mí plim.

Voy a hablar de la excelsa, esforzada, glamourosa, musical, serena y soñadora, entregada a la Música, superdirectora, sobria y frugal, purasangre de la Música Clásica -esto es de Ansón, me suicido de cuarenta hachazos en la cabeza-, y muchas más cosas, Inma Shara.

Evidentemente, estas palabras son una crítica que podría ser positiva si me gustara algo lo que hace esta señora. Como no me gusta nada, mi crítica es negativa.
Y no escribo esta desde la misogimia ni desde la mala leche, sino desde la visión de persona que se dedica a la música de toda la vida. Pensemos que esto es como si un profesor de Lengua y Literatura hablara de un escritor contemporáneo. Sin más preámbulos; a mí me parece que esta señora no tiene la menor, ni la más mínima idea de dirigir una orquesta.
No tiene la técnica más elemental, es decir, no es capaz de emplear los sistemas admitidos de transmisión del lenguaje directorial en el gesto. Su gesto es afectado, desordenado y cae para mí en la ridiculez, no es conciso y no transmite nada a la orquesta, como mucho podría "tirar compases", pero no hace ni eso bien. Esta señora baila al son de la orquesta, pero en ningún momento la dirige, porque muy posiblemente no sabe como hacerlo.
A mí me parece que su gesto está entre el de profesora de solfeo de academia privada en la que no exigen titulación y directora de coro de iglesia del movimiento de oración carismático. Fácilmente no me equivoque y esta señora conozca bien estas dos facetas del universo musical, o al menos una de ellas.
El año pasado vi un concierto suyo con la sinfónica de Las Palmas, creo, en el que tocaban repertorio de clásicos de cine. Me tuve que ir, porque me daba verdadera vergüenza. La orquesta tocó a "bolo", dieron las notas y al acabar se debieron ir a dar un paseo por las Canteras, que es lo que se hace en Las Palmas cuando se da un concierto para olvidar ¡vaya bodrio! El caso es que ya de parte al final, apareció una cantante que cantaba cosas de Synatra, me figuro que sería canariona, la muchacha no cantaba mal además de lo guapetona que era. Ella cantando y laI directora bailando, hicieron de aquello un Operación Triunfo del mundo sinfónico. No es eso para una temporada de conciertos, como mucho para una semana del cine como fué. No creo que en temporada programen nada dirigido por esta mujer, sería un escándalo.
Dicen sus amiguetes -Ansón- que no triunfa en su tierra y no aparece en las temporadas de conciertos de las sociedades sinfónicas vascas, habiendo hasta quien lo atribuye a razones políticas. No me lo creo, Mi teoría sencillamente es que por el norte de España hay un público sinfónico de muy buen gusto y no creo que en un gran teatro de Bilbao a ningún programador le apetezca escuchar un pataleo del respetable.
Por lo demás, he leído algunas entrevistas que hacen a esta señora y dice perlas tales como que estudia el repertorio diez horas diarias durante los seis meses previos al concierto. Parafrasearé al Maestro Andrés segovia; quien dice que estudia diez horas diarias, o miente o es un burrito de carga. Vamos a ver, para estudiar armónica, formal, gestual, poética, pianística y literariamente un repertorio de dos horas, no se necesitan ni mil quinientas ni mil ochocientas. El afirmar esto, yo opino que es señal de que se están intentando suplir serias carencias técnicas y de base, o de que uno es un narcisista proclive al autobombo y no dice toda la verdad. En cuanto al curriculum expuesto, esta señora dice que es alumna de Zubin Mehta. Sí, eso no es difícil, el genial director da clases magistrales a las que con suerte y previo pago de muuuucho dinero se puede asistir un fin de semana al año o cada seis meses. Esto da lustre al currículum, pero... el currículum reglado de esta señora no lo conocemos -a mí personalmente tampoco es que me interese, pero todo músico que se precie incluye en el a sus maestros y reseña su formación-. Miedo me da ¿El maestro Mehta habla bien de ella? Seguramente, de la clientela se suele hablar bien.
En cuanto a los conciertos... por ejemplo el del Vaticano, ¿cuanto le costaría? Porque en ese pueblo no pagan a la orquesta por bailar pasodobles, queridos lectores, ahí más bien toca pagar al que quiere amenizar la fiesta, y con el gusto y conocimiento de música que tiene herr Ratzinger, yo creo que en el palco del teatro pudo haber siesta pontifical, o en la grada desbandada cardenalicia.

No os parezca que cargo demasiado las tintas. Creo que la Música es algo muy serio y lo de esta señora no me lo parece. desconozco qué poderes la apoyan si es que hay alguno que lo haga, lo que sí tengo claro es que lo suyo es una cuestión de muchos dólares pero pocas corcheas, y la verdad es que me alegro por lo de los dólares, que la gente tiene que darse el gusto de hacer lo que quiera con su vida, pero a mí que no me intenten engañar; considero ahí no hay una directora de orquesta, lo siento, para anunciar champús será magnífica, pero la batuta no sabe ni cogerla.

Y para el feminismo, diré que hay muy buenas directoras de orquesta y muy malas también, igual que entre los hombres. Creo que delante de una orquesta, igual que dentro de ella lo que tiene que haber son buenos músicos, se llamen Manolo o Josefina, indiferentemente.

Hale majos, escuchad discos, pero por favor, mirad el nombre del que dirige, no os vayáis a equivocar -creo que afortunadamente esta artista aún no tiene registros-

Besos a todos y todas.