jueves, 25 de febrero de 2010

El cerrado círculo de la crisis

Hoy vamos a hablar de un tema del que no habla nadie; la crisis económica.
¿quién la padece? Todos prácticamente, menos aquellos que son muy ricos o viven de la alta política.
¿dónde está? Pues parece ser que en todas partes y sobre todo en este país, donde tiene una incidencia dolorosa para varios millones de personas.
¿cuándo se va a terminar? Nadie lo sabe con exactitud, yo no lo sé y los políticos tampoco lo saben, en realidad creo que esos lo saben mucho menos que los demás y si lo saben posiblemente se abstienen muy mucho de decirlo.
¿acabará algún día la crisis? Pues no sé si para todo el mundo.

En primer lugar, yo creo que la crisis es como la belleza; a veces está más en el ojo de quien la mira que en la realidad. Si a un somalí le contamos que estamos en crisis se reirá de nosotros; ¡pero si en España abres un grifo y sale agua, cómo vais a estar en crisis! Esta afirmación es para dejar helado a cualquiera. Pero para los cuatro millones y pico de compatrotas que antes tenían para tabaco y para café, para el autobús y para la calefacción y ahora no tienen o están en un tris de no tener, vaya si hay crisis.

No voy a culpar a nadie de lo que está pasando, porque creo que hay muchos culpables de esta situación, aunque no me vale la política de escurrir el bulto de quienes nos gobiernan; tienen una grandísima parte de culpa de lo que está pasando aquí, no vale echarle la culpa a los mercados financieros, los bancos y los constructores. Y cada vez que nos hundimos más en la problemática que viene de la crisis, se le puede echar más la culpa a nuestros líderes electos sin pestañear y sin que nos tiemble el pulso, porque es vergonzante lo que están dejando que nos pase. No están a la altura, están suspendiendo el examen por muy buena voluntad que queramos poner al calificarlos.

Pero con todo y con eso, nuestros gobernantes actuales y cualquiera que aspire a serlo, tienen en su lista un pecado mayor, el más grave y el determinante para que no nos pase lo que nos está pasando; la verdad no nos la dicen a día de hoy, porque les aterra posiblemente, y la verdad es la respuesta a una sola pregunta; ¿qué vamos a hacer aquí para salir de la crisis? o mejor dicho, ¿qué vamos a hacer cuando salgamos?

Es decir, el problema no está tanto en salir como en qué hacer para no volver a caer. A mí lo que me aterra es eso. Vamos a ver, en España hay o ha habido tradicionalmente una serie de motores económicos, a saberse, la construcción, el turismo, y por último la industria, que tiene un peso menor desgraciadamente. Pero acotemos aún más; la construcción agoniza porque todos sabemos que se ha construído demasiado, y esto es así hasta el punto de que paradójicamente no todos los parados de la construcción pertenecieron siempre a la misma, es decir, en la construcción, hay un porcentaje de personas en el paro, que trabajaban esporádicamente en sectores como el primario -agricultura- o la pequeña industria y el sector servicios, fueron absorbidos por la construcción, y ahora están en el paro. En segundo lugar, el turismo, parte importante del sector servicios en España, está ligado a la situación internacional y el consumo interno, y está bajando inexorablemente, pero vamos al tercer lugar; la industria.

La industria es la forma más eficaz de generar riqueza en un país, y la industria más estable es siempre la de la alta tecnología -calidad e innovación como base-. ¿Aquí tenemos de eso? pues sí, sí que tenemos; la primera es la automovilística y la segunda... la armamentística, en la cual estamos entre los diez primeros exportadores del mundo, de hecho es una industria que no está en crisis, y le vendemos a USA, el mundo árabe, Israel, etc, etc, la realidad supera a la fantasía. No entro a valorar moralmente el hecho de que en mi país se fabriquen armas, países tan chupiguays como Francia o Suecia, venden muchas más que nosotros. Las armas alguien la va a hacer, alguien las va a comprar, y lo que es peor, alguien las va a usar. No entro a valorar ese tema, ni el hecho de que absolutamente ninguno de nuestros políticos lo mencione jamás, pero os llamo la atención sobre una cosa; en ese terreno somos altísimamente competitivos, es decir, si todos los sectores industriales en España tuvieran la competitividad del armamentístico, os puedo asegurar que no estaríamos en crisis.

En el tema de los coches, nos pasa algo parecido, nuestras fábricas tienen la tecnología y la cualificación como para producir muchos vehículos, aunque el único problema que tienen es que no son nuestras fábricas sino de marcas extranjeras que modifican su existencia según mercado. Si hubiera más demanda, más coches se harían.

Y ahora viene el planteamiento. La alta tecnología como la de las armas o el automóvil sobreviven. Vamos a ver, el ordenador que tenéis enfrente, si tiene una placa original de Intel, la placa está fabricada en Irlanda, ya sea Pc o Mac. Si manejáis un ratón o teclado de Logitech, su comercialización es holandesa y su fabricación en su mayor parte también, al igual que si tenéis un iRex para leer libros digitales. La tecnología informática de calidad en Europa es en su mayor parte holandesa. La siderurgia está repartida en industria pesada entre Alemania, Suecia y Gran Bretaña, la investigación tecnológica italiana es de calidad, la exportación de herramienta alemana es una de las mejores del mundo, etc, etc. ¿por qué aquí no tenemos ya los altos hornos o los astilleros andan mal? Pues por una sencilla razón; porque en su día la relación calidad-precio de nuestros productos, no pudo competir en el mercado internacional como para salir ganando a todos esos países, y hubo que cerrar -es un poco más complicado, pero viene siendo algo así-. Todo esto me lleva a una pregunta. ¿qué industria necesaria para el mundo con calidad, con tecnología de vanguardia y a precios competitivos vamos a tener aquí para que nuestra economía esté a la altura de las mejores? Eso es lo que quiero que alguien me diga, porque a día de hoy las soluciones al crecimiento sólo tienen esa respuesta. Fiarse del ladrillo es pan para hoy y hambre para mañana, el turismo a un país tan grande no le puede dar para vivir, y no nos podemos poner todos a hacer escopetas. La solución es tener una industria de calidad, competitiva y de alta tecnología, sin eso que nadie piense que aquí vamos a andar bien de por vida. ¿qué industria va a ser esa? ¿la de los coches eléctricos? Me parece a mí que como no sean los del Excalectric... por cierto, Scalectric es británica, por si no lo sabíais. Ahí tenéis, el juguete clásico más "tecnológico" es inglés, al menos de invención.

En fin, esto era para pensar un rato. Hala, pasadlo lo mejor posible y la Historia nos irá diciendo.

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